Hace 5.000 años un poeta sumerio loaba las maravillosas virtudes de la cerveza.
¿5.000 años? ¿Hace tanto? Sin ninguna clase de dudas la cerveza ha ido unida a la historia de la humanidad y las copas de las moderna Ale, Lager o Stout tienen unas profundas raíces que se pierden en la noche de los tiempos.Las palabras de ese poeta sumerio eran reveladoras. No solamente sabía que la cerveza le hacía sentir alegre, sino que también era buena para su salud.

Hasta no hace mucho beber agua no era muy seguro dada la inexistencia de medidas higiénicas. Sin embargo la gente podía apagar la sed consumiendo una bebida con alcohol, ya que tenía propiedades antisépticas al contener agua que había sido hervida. En la antigüedad la fruta se pudría muy pronto, mientras que el grano podía ser almacenado durante largos períodos. Por eso, la cerveza, más que el vino, se convirtió en la bebida de gente corriente. Desde que se comenzó a fabricar con avena rica en vitaminas, la cerveza supuso junto con el pan una parte fundamental de la dieta, sin olvidar sus propiedades “festivas”.